Son esos abrazos. Que me hacen sentir pequeña. Vulnerable pero protegida entre tus brazos.
Me dan la certeza de que mañana me vas a sonreir igual que hoy. Como si no existiesen más problemas que la distancia entre tú y yo, que se soluciona dando un par de pasos.
Es la seguridad de que vas a estar ahí, con tus cascos y tu balón de futbol, esperando a que salga de comer para venir y dibujarme una sonrisa con los dedos. Que hasta que me ria no te vas a quedar a gusto.
Quizás seas tú el motivo por el cual mi fin de semana fue especial y diferente cuando debía de haber sido esclarecedor.
En cualquiera de los casos me encanta la felicidad que irradias, la que me contagias y que te llames García de segundo apellido, como yo.
Y que te pongas nervioso cuando te atas las zapatillas.
Gracias chiquito, porque sin saberlo me estás renovando, poquito a poco y día a día.
¿Algo nuevo está naciendo?
ResponderEliminar:) dulce
ResponderEliminarcuantos garcías hay en este mundo.
ResponderEliminary cuanta gente que dibuja sonrisas
:)