Todos tenemos a alguien especial a nuestro lado, y si no, lo buscamos desesperadamente.
Alguien con quien llenar de vida las horas muertas, alguien en quien confiar con los ojos cerrados, con quien quedas para no hacer nada y el tiempo no tiene sentido si estais juntos.
Que ya es como de la familia cuando viene a casa y que el mejor plan de tu vida es tirarte en un parque a disfrutar de su compañía.
De esas personas que te alegra el día con una mirada y que sabes que mataría por verte una sonrisa en la cara. Que sabemos qué está pasando sin decir nada.
Que aunque no hablemos en una temporada, sabemos que las cosas entre nosotros siguen igual, y que juntos somos capaces de vencer el tiempo y la distancia. Amigos de esos que son para toda la vida.
Porque llegar a ser la persona especial no es cuestión de meses, ni de un par de días a la semana. Es dedicarle tu tiempo a esa persona, ganarte su confianza y su cariñoy no dejar nunca de luchar por compartir vivencias.
Yo, quizás soy muy afortunada por tener a dos personas así, o puede que haya gente que tenga muchos más, pero me hace feliz que cada vez que pienso en ellos se me dibuje una sonrisa en la cara o se me ensanche el corazón de lo mucho que les quiero.
No puedo pedir más. Ellos son mis días y mi felicidad.
Gracias CM y NM.