No sé en qué momento tú sonrisa pasó a ser mia. Ni tampoco cuando lo hizo tu felicidad.
No sé por qué me encantan esos ojos verdes que me miran fijamente cuando esperan una respuesta. Ni por qué me encanta la firmeza con la que me besas.
No sé de donde sacas el valor para decirme que me quieres como si preguntases qué hora es. Esa naturalidad tuya que me abruma.
Hay muchas cosas que no sé. Pero tampoco quiero saberlas.
Solo sé que eres el por qué de aquella convivencia diferente.
Eres el por qué que demuestra que hay más vida tras él y su egocentrismo.
Eres todo eso y mucho más.
Y eres mi dieciseis.